domingo, 24 de diciembre de 2006

A propósito del Candombe - Daniel Bera

A propósito del Candombe
"Recopilacion entrelazada por Daniel Bera Martínez"

Cuéntame la palabra del griot que canta al África de los tiempos inmemorables, dice...De esos reyes pacientes en las cimas del silencio y la belleza de los ancianos de sonrisas marchitas...Mi pasado retornado al fondo de mi memoria como una serpiente tótem a mis talones atada. Tonella Boni (laterité1984)




"Fatídico el hecho de que al leer estos párrafos nuestra mente no comience a viajar por los entrelazados caminos de la memoria, desenterrando recuerdos que ya parecían dormidos...Sucumbo de nuevo al vicio de manipular la información de mi cerebro y buscar el lado bello de la historia; reímos tanto que a veces nos pasamos de contentos. Los negros tenemos ese "savoir faire" que hasta hay veces que hacemos bonita nuestra historia... En octubre comenzaba el calor antaño y templaba todas las almas candomberas. Comenzaba el carnaval oficialmente en nuestra cultura de ahí en mas no se hablaría de otra cosa. El run run decía quien cantaba quien bailaba quien tocaba y quien escribía pero en realidad las estrellas con mayúscula todavía no habían sido convocadas, todos hablábamos y enredábamos, pero lo cierto es que había buenos cantantes, bueno músicos y buenas coreografías y hasta había quien cantaba para el carnero.Y así era la comparsa fuente de arte vida y tradición. Cuatro meses después el ómnibus de asientos reclinables que sucedió a la bañadera en el final del siglo XX paro y los negros y lubolos acarreaban a escondidas botellas de licores espirituosos para relajar el cuerpo y hacer un buen papel y los responsables miraban nerviosos y alertas para intervenir ante cualquier desbande.Alguien un día saco su propia comparsa y decidió erradicar tan bárbara costumbre de beber en la bañadera sin pensar que también es parte del folklore; dictaminó leyes; puso penas y hubo hasta amenaza de expulsión pero fue inútil hecha la ley hecha la trampa y la bañadera arrancó y el silencio cómplice se materializó y la línea no se rompió y a.C. estamos algunos súbditos del candombe esparciendo su semilla imperturbables. A lo lejos...se veía el teatro de verano.
Mi abuela limpiaba toda la casa con agua jane y ponía su mantón de Manila negro con flores rojas a modo de mantel, abría los ventanales y se sentaba a esperar a sus huéspedes el día de las llamadas; esa noche era de VIP. Llegaba Mirta de Porro y Pisolanti la amiga de mi abuela con los propios Porro y Pisolanti, familia que se me antojaba de abolengo, por la pompa de su nombre y como lo pronunciaba mi abuela. Ella los traía a ver las llamadas era un asunto de estado y no se escatimaba en los homenajes... y la llamada comenzó y Ansina se enalteció. Al final los tambores a modo de danza de la lluvia desataron una tormenta, las plumas de los rezagados pasaban chorreando agua, los carros de chorizo parecían bultos transportados por animas corriendo bajo el vendaval, borrachos bailando descalzos queriendo perpetuar la algarabía...y en casa salían las pizzas de mi madre del horno y sacaban el vino y la coca cola adquiridas por cualquier eventualidad y los comentarios se prolongaban hasta la madrugada. Épocas doradas que refuerzan la tradición.
Miles de historias pasaron por aquellos balcones hasta que en su dia exactamente en mil novecientos setenta y ocho. La intendencia dictamino que el ruido de los tambores (el ruido no la música) causaria estrágos en nuestra amada Ansina y por consiguiente para evitar el derrumbe señores, la llamada no pasaria más por su templo y no hubo apelación.Hacer cúltura significa nadar por todos los vericuetos de nuestra matriz y comprendiendo cada actitud representativa de nuestra idiosoncracia . A veces nos toca nacer en lugares equivocados y son formas de integración divina. En medio de tanta algarabía una energia corrosiva se extiende amenazadora...droga; alchool, juegan su carta y hechiza a los desprevenidos...En un intento de arruinar el momento y atrazar; pero no detendra su marcha, solventado por mentes lúcidas que contrarrestan su caida y dan un mensaje esperanzador que invita a dudar de su efectividad.Me fui a la noche buscando oro, incienzo y mirra y no lo encontre ...y los cantos de sirena me decian todo lo bello de la oscuridad... me enrede por un tiempo en su telaraña, siempre lúcido buscando el bienestar y el amor y...nada...!!! Todas las enseñanzas de mi familia materna habian ya actuado sobre mi cerebro y no entendian de estados de supremacias y volvi a la realidad, con un bagage de experiencias envidiables pero no recomendables y los tambores me estaban esperando".

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